El paisaje de España está salpicado aquí y allá de fortalezas medievales, ilustres ciudadelas y chapiteles con velos de arena. Si crees que cualquier tiempo pasado fue mejor, adéntrate en estos castillos y descubre su historia y arquitectura únicas. Según viajeros de todo el mundo que reservaroon por medio de la plataforma de reservas en línea BOOKING.COM , estos son los castillos más bonitos y con más magia del país de Cervantes.*
Castillo de Belmonte:
Situado en la provincia de Cuenca, el castillo de Belmonte es uno de los castillos medievales mejor conservados de España. El noble castellano Don Juan Pacheco mandó construirlo a finales del siglo XV para fortalecer su dominio en la zona. Fue prisión y monasterio años más tarde, y hoy es un imán para los turistas.
Es un castillo imponente, con torres de piedra desgastada en sus cuatro esquinas con unas vistas magníficas al paisaje bañado por el sol. Dentro, podrás volver al pasado y disfrutar de duelos medievales y de recreaciones históricas. Pasa el día visitándolo y descansa en el Insula Barataria, con una piscina con vistas al castillo.
Castillo de Cardona:
El castillo de Cardona tiene miles de años de historia, pero no fue hasta el siglo XI que se convirtió en el coloso que es hoy. Los duques de Cardona, también conocidos como los “reyes sin coronas” o “señores de la sal” (porque tenían una explotación en la cercana montaña de la Sal), se mudaron allí y construyeron la iglesia románica lombarda de Sant Vicenç, los claustros y el resto de edificios del recinto. Gracias a sus inversiones, el castillo se convirtió en una de las fortalezas más impenetrables de España, y aún hoy visitarlo es toda una experiencia. Sube a la torre más alta, la torre de la Minyona, para admirar las vistas a la montaña de la Sal y al paisaje de los alrededores.
Castillo de Peñafiel:
El castillo es una fortaleza situada en la cima de una colina que domina la pequeña localidad de Peñafiel. Conocido como “el Buque”, el castillo es famoso por su forma alargada, que abarca toda la cima de la colina. Fue construido en el siglo XI y, más tarde, fue fortificado por el famoso noble Don Juan Manuel. Contempla las vistas al Duero desde este majestuoso castillo y visita luego el Museo Provincial del Vino de Valladolid, lugar de peregrinaje para los amantes del vino. Después de cenar y beber como se merece, pasa la noche en la Finca Valdobar, con apartamentos con un toque rústico e industrial.
Castillo de Xàtiva:
Se ubica en la colina de la sierra del Castell, juega a tocar las nubes. Esta antigua fortaleza es el resultado de una curiosa mezcla de estilos, desde el gótico hasta el islámico. Se encuentra en la Vía Augusta, la antigua calzada romana, estuvo en manos moriscas y cristianas, y su ubicación era de gran importancia estratégica. La recompensa son unas vistas sensacionales y la posibilidad de visitar dos castillos: el Castell Menor, el más antiguo y con influencias ibéricas; y el Castell Major, con fuentes árabes y una capilla gótica. Aprovecha la visita para probar una cerveza local en el restaurante Mirador del Castell. Luego, descansa en el hotel Mont-Sant, que ocupa una antigua casa de campo.
Palacio de los Reyes de Navarra de Olite:
El Palacio Real es sinónimo de lujo y extravagancia. Fue sede de la Corte de Navarra y la joya de la corona del antiguo Reino de Navarra. Chapiteles de color azul cielo entre torres de color arenoso, y un jardín colgante de 20 metros de altura que se encarama por los muros del palacio bastan para enamorarte de este sitio. Solo la reina tenía acceso a este oasis verde, pero ahora tú puedes vivir tu propio cuento de hadas mientras paseas por el castillo y por el centro histórico amurallado de Olite. Para una noche de lo más plácida, alójate en el Parador de Olite.
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